Pequeñas y de un precioso color, las mandarinas como el resto de los cítricos, provienen de Asia. Su nombre tiene que ver con los trajes que lucían los mandarines, que eran los altos mandatarios en la antigua China.
Es la fruta cítrica que más se parece a la naranja. Es muy aromática, de sabor dulce y muy rico, además, su piel es muy fácil de quitar. ¿A qué ya se os hace la boca agua?. Pues poneros el delantal y vamos a preparar este flan de mandarinas.
INGREDIENTES (para 4 personas):
- 6 mandarinas medianas
- 9 cucharadas de azúcar
- 4 huevos
- 1/2 vaso de nata
PREPARACIÓN:
Comenzamos haciendo el caramelo con 4 cucharadas de azúcar que ponemos en un cazo al fuego y dejamos que se funda sin mover con cuchara. Cuando el azúcar tenga un color dorado, añadimos una cucharada de agua, con mucho cuidado de no quemarnos y volvemos a poner en el fuego hasta que quede líquido el caramelo. Lo vertemos en un molde para flan. Dejamos enfriar.
Exprimimos 4 mandarinas y reservamos el zumo. Rallamos la piel de las 2 restantes, las pelamos y separamos los gajos.
Batimos los huevos con las 5 cucharadas de azúcar restantes. Añadimos la ralladura de las mandarinas que reservamos, el zumo y la nata. Mezclamos bien y echamos en el molde con el caramelo.
Lo ponemos a cocer al baño María en el horno que habremos precalentado a 180º C, unos 45 minutos. Pinchamos antes de retirarlo del horno para comprobar que está hecho. Si lo hacéis en moldes individuales como lo he preparado yo, serán necesarios unos 20-25 minutos, dependiendo del horno.
Dejamos que se enfríe antes de desmoldar. Cuando lo vayamos a servir, lo acompañamos con los gajos de mandarina que habíamos reservado.
¿Qué os parece esta inyección de vitaminas?. ¡Delicioso este flan!.
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