Cuando éramos pequeños y celebrábamos los cumpleaños, la tarta en la que soplábamos las velas, se hacía en casa y se cubría de merengue decorado con guindas rojas y en ocasiones también verdes. Mi abuela se ponía manos a la obra por la mañana y, cuando llegaba la tarde, al salir del colegio y llegar a casa con todos los amigos dispuestos a merendar a lo grande, allí estaba la tarta, blanca como la nieve y con esas bolitas rojas o verdes entre las velas. Quedaban unas tartas preciosas. Esa imagen que guardo en mi memoria infantil, también puedo verla en algunas fotos. Qué buenos recuerdos.
Esas guindas son parte protagonista de estas galletas que quedan crujientes y deliciosas. Vamos a ponernos manos a la masa para prepararlas.
INGREDIENTES:
- 125 gr. de mantequilla en pomada
- 175 gr. de azúcar glas
- 1 huevo batido
- 1 sobre de azúcar vainillado
- 25 gr. de coco rallado
- 1 bote pequeño de guindas o cerezas en almíbar
- 220 gr. de harina
- 1 cucharadita de levadura
PREPARACIÓN:
Batimos la mantequilla con los azúcares. Añadimos las guindas picadas y escurridas, el coco rallado y el huevo. Agregamos la harina con la levadura y removemos bien todos los ingredientes hasta obtener una masa que pueda trabajarse con las manos. Formamos una bola que envolvemos en papel film y ponemos en la nevera durante una hora.
Precalentamos el horno a 180º C.
Sacamos la masa de la nevera y la extendemos para formar las galletas de 1/2 cm. de grosor. Podemos darles forma con moldes para galletas o también podemos hacerlas con un vaso o taza que no tenga un tamaño demasiado grande.
Engrasamos la bandeja del horno y vamos colocando las galletas no muy juntas, ya que aumentan un poco el tamaño al hornearse. Las cocemos unos 15-20 minutos, dependiendo del horno. Deben tener un color dorado no muy oscuro. Sacamos del horno y dejamos que se enfríen. ¡Qué ricas están!.
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