El gratinado es un método de cocción que suele realizarse en el horno, aunque también hay otros utensilios de cocina donde poder hacerlo como la salamandra.
Se transmite calor a la parte superior del plato, creando una corteza dorada y crujiente que protege el alimento y conserva su jugosidad. Podemos gratinar platos dulces o salados.
Para estos rollitos he utilizado queso rallado que ha formado una capa doradita y crujiente, aportando a su vez gran sabor.
INGREDIENTES (para 4 personas):
- 2 berenjenas medianas
- 75 gr. de guisantes
- 1 zanahoria mediana
- 75 gr. de judías verdes
- 100 gr. de jamón serrano
- 150 gr. de pechuga de pollo
- 1 cebolla pequeña
- 1 vaso de leche entera
- 1 cucharada rasa de harina
- 1 nuez de mantequilla
- 5 cucharadas de aceite
- pimienta negra molida
- nuez moscada
- sal
- queso rallado
PREPARACIÓN:
Lavamos y cortamos a lo largo, en láminas finas, las berenjenas. Salamos ligeramente y dejamos en una fuente tapadas unos 15 minutos para que pierdan un poco el amargor.
Picamos la pechuga y el jamón menudito. Pelamos y troceamos pequeñita la cebolla y ponemos a pochar en una sartén con una cucharada de aceite y la mantequilla. Cuando empiece a transparentar, añadimos la pechuga y el jamón, dejamos que se haga lentamente. Salamos ligeramente.
Pelamos la zanahoria y la cortamos en daditos. Troceamos también las judías verdes. Ponemos las verduras en otra sartén con 2 cucharadas de aceite y un pellizco de sal y dejamos a fuego medio unos 12 minutos. Cuando la carne esté casi lista, añadimos las verduras. Poco después agregamos la harina y removemos bien, añadimos la leche caliente, sal, pimienta y nuez moscada y preparamos como si se tratara de la masa de croquetas. Cuando empiece a despegarse de las paredes de la sartén, lo retiramos del fuego y reservamos.
Ponemos una plancha en el fuego o una sartén, con dos cucharadas de aceite y vamos haciendo las berenjenas unos 2-3 minutos por cada lado.
Una vez tengamos las berenjenas listas, ponemos sobre cada lámina una porción de carne con verduras y enrollamos, cerrando con un palillo para evitar que salga el relleno. Colocamos los rollitos en una fuente para horno y cubrimos con el queso. Gratinamos unos 10-12 minutos y ya los tendremos listos para llevar a la mesa.
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