El cafeto es el arbusto que produce las semillas con las que, una vez tostadas, molidas e infusionadas con agua, obtenemos la bebida que llamamos café.
Solemos tomarlo en el desayuno o en la sobremesa después de las comidas. Es una de las bebidas sin alcohol más socializadoras en nuestros país. Se toma solo, con leche, nata, con leche condensada, chocolate o algún licor. Puede beberse frío o caliente.
Para preparar un buen café debemos utilizar el grano recién molido, no muy grueso porque no sacará todo su sabor. Lo ideal es usar agua mineral. Debemos servirlo recién hecho y caliente. El sabor del café es más agradable en una taza de loza o porcelana. No hay que recalentar el café ya que perderá su aroma y el sabor no será tan rico.
Solo, con leche, cortado, café irlandés, capuchino....ummmmm ¿no os llega el aroma?.
INGREDIENTES:
- 400 ml de nata líquida
- 4 yemas de huevo
- 1 cucharada de café soluble
- 1 sobre de azúcar vainillado
- 150 gr. de azúcar
PREPARACIÓN:
Mezclamos en un bol las yemas con el azúcar y el azúcar vainillado. Ponemos la nata en un cazo al fuego. Cuando empiece a calentarse agregamos la cucharada de café y disolvemos bien. Añadimos las yemas y removemos. Dejamos en el fuego unos minutos sin que llegue a hervir. Retiramos y dejamos enfriar.
Una vez la mezcla fría, la llevamos al congelador y cada hora removemos para evitar que se hagan cristales.
Si se dispone de heladora, se siguen las instrucciones del fabricante.
Con las cantidades que doy, tiene un sabor muy agradable a café. Si os gusta con sabor intenso, añadís más cantidad y si lo van a tomar niños, mejor poner café descafeinado.
Muy rico y fresquito.
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