¿Habéis preparado alguna vez una mermelada en casa?. Es muy fácil y además contamos con la ventaja de hacerla a nuestro gusto pudiendo mezclar sabores. Son sanas ya que no llevan aditivos.
Para conservarlas, tenemos que esterilizar en agua hirviendo los recipientes de cristal en los que vayamos a ponerla y cerrarlos herméticamente.
Realmente no es nada complicado y es una buena forma de conservar la fruta.
Me han regalado muchos tomates y, además de la sabrosa salsa de tomate, he preparado esta mermelada a la que he dado mi toque personal añadiendo algunas especias. Esta mañana he desayunado tostadas con mermelada y me ha resultado exquisita.También la he probado con queso fresco y, ¡riquísima!. Quiero compartir esta receta con vosotros. Espero que os animéis a hacerla y disfrutéis de un agradable desayuno o merienda.
INGREDIENTES:
- 1 kg. de tomates maduros
- 1 kg. de azúcar
- 1 cucharadita de semillas de cardamomo
- 1/2 cucharadita de canela en polvo
- 15 granos de pimienta rosa
- 4 granos de pimienta de jamaica
- 2 clavos de especia
PREPARACIÓN:
Ponemos en un mortero las especias y las machacamos muy bien. Lavamos, pelamos y troceamos los tomates. Ponemos una cacerola de fondo grueso al fuego. Vertemos en ella los tomates y dejamos 15 minutos a fuego fuerte. Retiramos del fuego y trituramos. Si os gusta, podéis dejar algún pequeño trocito de tomate. Volvemos a poner la cacerola al fuego y cuando empiece a hervir agregamos el azúcar y removemos. Dejamos a fuego medio y removemos de vez en cuando. Cuando hayan pasado unos 15 minutos, añadimos la mezcla de especias mezclando bien. Lo dejamos de 30 a 40 minutos más, removiendo con frecuencia. Un truco que siempre he visto hacer en casa para comprobar que la mermelada está en su punto es verter unas gotas en el fondo de un plato y, si al volcarlo no se mueven, la mermelada está lista.
El tiempo que lo he tenido en el fuego es orientativo, no todas las cacerolas son iguales ni todos los fuegos tampoco, así que el truquillo puede serviros.
Cuando tengamos la mermelada hecha, la dejamos enfriar en la misma cacerola.
Preparamos los tarros de cristal donde vayamos a guardarla de la siguiente manera: ponemos a hervir agua en una cacerola en la que habremos introducido los recipientes y tapaderas. Dejamos que hiervan un mímimo de 10 minutos. Sacamos con cuidado de no quemarnos y dejamos que se sequen y enfríen sobre un paño limpio.
Cuando estén fríos, los llenamos con la mermelada y cerramos rápidamente. Así tendremos una mermelada estupenda. ¡A disfrutar!.
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