El bicarbonato es casi una sustancia maravillosa por las múltiples utilidades que le damos. Quizás el uso más extendido sea como antiácido para aliviar el ardor de estómago y facilitar las digestiones pesadas, pero también podemos exfoliarnos el cuerpo mezclando tres partes de bicarbonato y una de agua, utilizarlo como desodorante corporal aplicándolo en las axilas, alivia el cansancio de los pies si lo ponemos en un recipiente con agua calentita, un par de cucharadas de bicarbonato y sumergimos los pies...¡qué alivio!.
También se utiliza como impulsor en algunas recetas de repostería, concretamente en esta receta de roscos.
INGREDIENTES:
- 5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 5 cucharadas de vino blanco
- 5 cucharadas de azúcar
- ralladura de 1 limón
- 1/2 cucharadita rasa de bicarbonato
- 1 huevo
- harina que admita
- azúcar y canela para pasar los roscos fritos
PREPARACIÓN:
En un bol mezclamos el huevo con el aceite, el vino, el azúcar, la ralladura de limón y el bicarbonato. Agregamos poco a poco harina hasta que quede una masa que no se pegue a los dedos. Dejamos reposar unos 15 minutos.
Ponemos una sartén al fuego con abundante aceite.
Cogemos porciones de masa y vamos formando los roscos. Freímos en la sartén con el aceite caliente y cuando estén dorados los sacamos, escurrimos bien y pasamos por azúcar y canela.
Ideales para el café de media tarde.
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