Preparar la pasta es todo un arte, aunque tod@s damos por hecho que lo hacemos muy bien. Hay unas normas básicas que todo cociner@ debe tener en cuenta, aunque seguro que las conocemos y llevamos a la práctica, pero no está de más recordarlas. Aquí van:
La pasta debe cocerse en una olla alta y sin tapar. Debe hervir en agua abundante con sal; la proporción que se considera adecuada es de un litro de agua y 10 gr. de sal por cada 100 gr. de pasta. Una vez que la pasta está en la cacerola, subiremos el fuego para restablecer la ebullición. Remover de vez en cuando. El tiempo de cocción variará según el tipo y grosor de la pasta, siguiendo las instrucciones del fabricante quedará en su punto, es decir, "al dente". Es muy importante escurrirla rápidamente sin pasarla por agua fría, excepto cuando vayamos a preparar ensaladas o platos fríos con ella. Condimentar con la salsa que se habrá preparado aparte y queso rallado si es necesario.
Es un proceso sencillo con un resultado delicioso.
Estos espaguetis son rápidos de preparar y nada pesados para nuestra digestión. Espero que los disfrutéis.
INGREDIENTES (para 4 personas):
- 400 gr. de espaguetis
- 150 gr. de bacon cortado en daditos
- 1 cebolla mediana
- 1 diente de ajo
- 1 rama de apio
- 1 zanahoria
- 1/2 copa de vino blanco
- perejil y albahaca a gusto
- 4 cucharadas de aceite
- pimienta negra molida
- queso rallado
- sal
PREPARACIÓN:
Ponemos la pasta a cocer siguiendo las indicaciones del fabricante.
Mientras se cuece, pelamos y cortamos la cebolla en juliana, quitamos la piel a la zanahoria y la cortamos en dados pequeños, cortamos el apio menudo y pelamos y cortamos el ajo también menudo. Lo ponemos todo en una sartén con aceite y dejamos que se sofría a fuego bajo-medio. Cuando lleve unos 5 minutos, agregamos el bacon y tras 10 minutos en el fuego, añadimos el vino y dejamos que evapore. Cuando el sofrito esté doradito, añadimos el perejil y la albahaca, todo picadito. Retiramos la sartén del fuego.
En el momento en que la pasta esté en su punto, la escurrimos y vertemos en la fuente en la que vamos a servirla. La condimentamos con el sofrito que hemos preparado y espolvoreamos por encima con pimienta y queso rallado. Servimos la pasta caliente.
Rápida de preparar, deliciosa para nuestro paladar y ligera para nuestra digestión.
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