Ahora estamos en época de ciruelas, ¡qué ricas!.
En el mercado encontramos varios tipos, con colores y tamaños diferentes, unas más dulces que otras, pero con un denominador común: sanas y deliciosas.
Este verano he tenido la suerte de coger ciruelas del árbol y, digo "suerte" porque lo habitual para mi es ir al mercado y comprarlas, así que, agradezco a Juani y Rafael la improvisada recogida de ciruelas del pasado fin de semana.
Una parte de ellas las he preparado en almíbar y han quedado estupendas.
INGREDIENTES:
Estas cantidades son las que he utilizado para 1 kg. de ciruelas
- 3/4 l. de agua
- 6 cucharadas de azúcar
- 1 palito de canela
No las he preparado con mucho azúcar para que se puedan utilizar en preparaciones saladas, como por ejemplo una salsa de ciruelas para acompañar una carne de cerdo o ternera.
PREPARACIÓN:
Lavamos muy bien las ciruelas.
Ponemos el agua a hervir en una cacerola. Vamos echando ciruelas por tandas, manteniéndolas 2 minutos para escaldarlas, las sacamos y echamos otras, así hasta terminar con todas. En el agua que queda, ponemos el azúcar y la canela y preparamos un almíbar ligero.
Cuando las ciruelas se hayan enfriado, les quitamos la piel y las vamos poniendo en tarros de cristal que ya habremos esterilizado (los ponemos en agua hirviendo unos minutos y secamos muy bien con paños limpios). Es mejor que estén un poco apretaditas en los tarros. Cuando las tengamos dentro de los botes de cristal, echamos el almíbar hasta cubrirlas. Cerramos los tarros y los ponemos en una cacerola con agua hirviendo durante 40 o 45 minutos. Retiramos la cacerola del fuego y dejamos enfriar los botes dentro de la cacerola.
¿Verdad que es fácil?. Así tendremos unas riquísimas ciruelas para comerlas en cualquier momento.
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