Es corriente en nuestro paisaje ver chumberas a pie de carretera y en casas de campo. Esta planta de la familia de los cactus, antes de dar el fruto, produce unas flores que me parecen preciosas y que se convierten en los higos chumbos de los que disfrutamos como fruta de verano. Su sabor es dulce y agradable y son fuente importante de antioxidantes.
Ayer me trajeron a casa higos chumbos además de uvas, así que, esta mañana me levanté con la idea de preparar algo con parte de ellos y opté por hacer una mermelada a la que he puesto también uvas. Soy conocedora de la mermelada de chumbo, pero no sabía cuál iba a ser el resultado al prepararla con uvas: ¡espectacular!, os lo aseguro.
Para prepararla hay que armarse de paciencia, pero no os vais a arrepentir.
INGREDIENTES:
- 1/2 kg. de higos chumbos (pesados sin piel ni pepitas, he necesitado unos 15 higos)
- 250 gr. de uvas (pesadas sin piel ni pepitas)
- 175 gr. de azúcar
- 1 palito de canela
- 4 clavos de especia
PREPARACIÓN:
Si tenéis que pelar los higos, como ha sido mi caso, ponerlos bajo el grifo un par de minutos para que las pequeñas púas que les queden se vayan con el agua. Con ayuda de un cuchillo y un tenedor los pelamos, para lo que cortamos los extremos, hacemos un corte transversal en el centro y a partir de él vamos retirando la piel.
Cuando los tengamos todos pelados, los troceamos. En un bol colocamos un colador con una criba que sea suficiente para que no pasen las pepitas. Vamos aplastando poco a poco hasta obtener solo la pulpa.
Lavamos, pelamos y quitamos las pepitas a las uvas. Las troceamos un poco.
Ponemos en un cazo de fondo grueso, la pulpa de los higos, las uvas, el azúcar, la canela y los clavos. Lo llevamos al fuego. Empezamos con fuego fuerte y cuando comience a hervir, lo dejamos un par de minutos y reducimos a fuego medio bajo. De vez en cuando aumentamos el fuego dejando que hierva fuerte un par de minutos, con ello conseguiremos que vaya espesando con la evaporación del jugo. Lo he tenido en el fuego por espacio de 50 minutos.
Se retira del fuego. Quitamos las especias y dejamos templar.
Preparamos los tarros, lavándolos con agua muy caliente y dejando que se sequen boca abajo sobre un paño limpio.
Cuando la mermelada esté templada, llenamos los tarros y dejamos que se enfríen del todo antes de cerrarlos.
Si no se va a consumir rápido, herviremos los tarros al baño de María durante 20-30 minutos.
¡Está riquísima!, no dejéis de prepararla.
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