ALBÓNDIGAS DE CUARESMA

Recuerdo que mi abuela los viernes de Cuaresma nunca preparaba carne para comer, pescado y verdura era la norma. Mi madre continúa esa tradición y, aunque yo me rebele contra eso, siempre acabo haciendo algún plato de pescado los viernes de Cuaresma y es que cuando tengo el trozo de carne en las manos, dispuesta a cocinarlo, me entra un no sé qué...supongo que son cosas de la tradición. 

Aquí os dejo uno de los platos que se preparan en casa desde siempre, sobre todo en este tiempo. Preparádlo cualquier día, no esperéis hasta que lleguen los viernes de Cuaresma.

INGREDIENTES (para 4 personas):

- 600 gr. de filetes de merluza congelada, sin piel

- 2 huevos

- 1 diente de ajo 

- 1 ramillete de perejil

- 4 cucharadas de vinagre de manzana

- 5 o 6 cucharadas de pan rallado

- 1 pellizco de pimienta negra molida 

- 1 pellizco de clavo molido

- 1 pellizco de canela molida

- sal

         Para la salsa:

- 8 o 10 almendras

- 2 dientes de ajo

- 1/2 vaso de los de agua, de vino blanco

- 1 1/2 vaso de agua

- hebras de azafrán

- 2 o 3 cucharadas de aceite (del aceite en el que hemos frito las albóndigas)

- pimienta negra molida

- sal

PREPARACIÓN:

Una vez que tengamos descongelados los filetes, los secamos muy bien con papel de cocina y los picamos menuditos. Pelamos el ajo y cortamos pequeñito. Lavamos el perejil, secamos y picamos. Batimos los huevos. En un bol mezclamos todos los ingredientes de la masa de albóndigas y dejamos que repose, al menos, media hora.

A continuación cogemos porciones de la masa y formamos las albóndigas que pasamos por un poco de pan rallado y freímos en aceite caliente. Reservamos.

Tostamos las almendras y los 2 dientes de ajo en un poco del aceite de freír las albóndigas. Retiramos y ponemos en el vaso de la batidora junto con el vino, las hebras de azafrán, el aceite, pimienta y un pellizco de sal. Trituramos muy bien y vertemos en una cacerola junto con el agua. Llevamos a ebullición y dejamos unos minutos. Echamos las albóndigas y dejamos que cuezan 7 u 8 minutos. Rectificamos el punto de sal y listas para comer.

Fáciles, económicas y riquísimas.