CREMA DE CAFÉ

Hace pocos días, mi amigo Alberto me comentaba que el café de la mañana le revitalizaba y daba energía para afrontar la mañana de trabajo, por supuesto el café acompañado de una tostada con aceite de oliva y una cucharadita de miel, ¡qué cosa más rica de desayuno!. Volviendo al café, es verdad que frecuenta nuestras mañanas, con leche o solo, el aroma a café recién hecho....ummmmm, me resulta un olor rico, a hogar, a desayunos compartidos y gratos momentos de sobremesa. 
Antonio, otro buen amigo, tiene buen paladar para el café, y a media mañana y a media tarde, raro es el día que no lo toma.
Seguro que hay much@s Albertos y Antonios a los que va a gustar esta crema de café, es una forma diferente de tomarlo, igual de revitalizante y delicioso al paladar


INGREDIENTES:
         Para la crema de café:
- 4 yemas de huevo
- 1 1/2 vasos (de los de agua) de leche
- 1/2 vaso (de los de agua) de café fuerte
- 8 cucharadas de azúcar (es lo que he puesto, pero podéis aumentar o disminuir la cantidad a vuestro gusto)
- 2 cucharadas de Maizena
- 1 vaso (de los de agua) de nata para montar
         Para el almíbar de café:
- 1/2 vaso (de los de agua) de azúcar
- 1/2 vaso (de los de agua) de agua
- 1/4 vaso (de los de agua) de café fuerte
         Para la tapa de chocolate:
- 1/2 tableta de chocolate negro
- 1 nuez de mantequilla
- trocitos de fruta escarchada

PREPARACIÓN:
Primero hacemos la crema y para ello ponemos en un cazo al fuego, la leche y el café y dejamos que coja un poco de temperatura pero que no llegue a hervir. Mientras, separamos las claras de las yemas y mezclamos éstas en un bol junto con el azúcar y la Maizena. Cuando la leche con el café esté calentita, la vertemos en el bol con las yemas y removemos bien. Ponemos la mezcla en el cazo y llevamos al fuego. 
Hacemos a fuego moderado y removemos constantemente hasta que espese. Retiramos del calor, vertemos la crema en un bol y cubrimos con papel film que pegamos sobre la crema para evitar que forme costra. Dejamos enfriar y metemos en el frigorífico.
Para hacer el almíbar, ponemos un cazo en el fuego con el agua y el azúcar y dejamos hasta obtener un almíbar a punto de hebra. Incorporamos entonces el café y dejamos un minuto a fuego medio. Quitamos del fuego y vertemos en una jarrita para que nos resulte más fácil repartirlo después. 
Preparamos la tapa de chocolate. Para ello fundimos el chocolate con la mantequilla al baño de María. Dibujamos, en papel de horno, la forma del recipiente donde vayamos a colocar la crema. Cuando el chocolate esté fundido, vamos colocándolo sobre el papel y ponemos trocitos de fruta. Metemos en la nevera y dejamos hasta el momento de servir.
Montamos la nata y la mezclamos con cuidado con la crema de café que debe estar fría.
Alternamos, en los recipientes que hayamos elegido, capas de crema y almíbar que dispensamos con cuidado y sin pasarnos para no formar "piscinas" entre las capas de crema. Terminamos colocando la tapa de chocolate. Dejamos en el frigorífico hasta el momento de servir. Realmente es una crema deliciosa. 

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