Cuando no disponemos de tiempo para cocinar pero queremos preparar algo rico, rápido y resultón, parece que la mente se nubla y, aunque estemos 10 minutos delante del frigorífico o mirando los estantes de la despensa "por si nos llega la inspiración", no se nos ocurre nada y seguro que tenemos ingredientes estupendos para hacer una rica comida.
Estoy convencida de que tod@s pasamos por esos momentos y, en un arrebato para salir de esa indecisión, recurrimos a cualquier alimento precocinado que tengamos como si se tratase de un fondo de armario, pero en este caso "fondo de frigorífico o despensa".
Hay soluciones rápidas para ello. Estas tartaletas os sacan de apuros como entrante de una comida o para una cena entre amigos. En una hora las tendréis listas, o incluso en menos tiempo si disponéis de verduras ya salteadas que os hayan sobrado del día anterior, no se tira nada.
INGREDIENTES (para 4 personas):
- 2 o 3 rebanadas de pan de molde por persona
- 1 berenjena de buen tamaño
- 1 cebolla no muy grande
- 1 pimiento verde
- 1 diente de ajo
- 1 latita de paté de hígado de cerdo, atún, salmón, sardina...el que más os guste o tengáis en la despensa
- pimienta negra molida, curry, comino, clavo y canela
- mantequilla
- queso rallado
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- sal
PREPARACIÓN:
Si ya tenéis verdura preparada, estas tartaletas las tendréis listas en seguida, en caso contrario, podéis prepararlas como os sugiero.
Lavamos bien la berenjena y, sin quitarle la piel, la cortamos en dados pequeños. Pelamos la cebolla y también la cortamos menuda, al igual que el ajo y el pimiento después de lavarlo y sacarle las pepitas. Ponemos todo en una sartén con el aceite y un pellizco de sal. Dejamos que se pochen. Añadimos las especias a nuestro gusto, aunque es mejor no pasarse con el clavo, es suficiente con una puntita para notar su sabor. Retiramos cuando las verduras estén tiernas.
Aplanamos con un rodillo las rebanadas de pan de molde, dejándolas lo más finas posible. Untamos cada cara del pan con un poquito de mantequilla y las ponemos en moldes de tartaletas untados con mantequilla también.
En el fondo de cada tartaleta ponemos una cucharadita del paté que hayamos elegido, a continuación rellenamos con las verduras y cubrimos con queso rallado y un dadito de mantequilla.
Introducimos las tartaletas en el horno, precalentado previamente, a 180ºC durante 8-10 minutos o hasta que comprobéis que el pan se ha dorado y el queso se ha fundido. Retiramos del horno y servimos. Muy ricas, rápidas y resultonas.
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