La tarta de manzana es un clásico en la repostería. Me encanta encontrar en las pastelerías la tarta de manzana en los expositores, con la manzana colocada perfecta formando una flor sobre una deliciosa crema y todo cubierto con una capa gelatinosa y brillante.
Hay muchas versiones de este clásico. Os propongo una más.
Esta tarta queda muy jugosa por dentro y con una tierna y suave capa abizcochada cubriendo la manzana. Es rápida y fácil de hacer. Estoy convencida de que os va a gustar.
INGREDIENTES:
- 1/2 kg. de manzanas ya peladas y descorazonadas
- 50 gr. de queso fresco sin sal, tipo burgos
- 1 puñado generoso de pasas sin pepitas
- ralladura de 1 limón
- 100 gr. de almendra molida
- 150 gr. de mantequilla
- 150 gr. de azúcar
- 50 gr. de harina
- 2 huevos
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- 1 cucharada de canela en polvo
- 1 pellizco de sal
PREPARACIÓN:
Mezclamos la mantequilla con 100 gr. de azúcar y los huevos. Agregamos la almendra, la harina, la levadura y la sal.
Rallamos las manzanas y las mezclamos con las pasas, el queso y la ralladura de limón.
Preparamos un molde desmontable untado con mantequilla. Vertemos la mitad de la masa en él y la extendemos bien. Ponemos las manzanas sin llegar a los bordes; sobre ellas echamos parte del azúcar que reservamos, mezclado con la canela y cubrimos todo con el resto de la masa. Ponemos el azúcar que nos quede sobre la cobertura.
Introducimos en el horno precalentado, a 180º C durante unos 25 o 30 minutos. Retiramos del horno y dejamos enfriar dentro del molde. Una vez fría la tarta, sin desmoldar, la ponemos en el frigorífico durante 2 horas mínimo. Desmoldamos y ¡a disfrutar!. Deliciosa y jugosa.
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