El pan forma parte de nuestra dieta diaria.
Me gusta meter las manos en la harina y experimentar "a ver qué sale". Hasta el momento no me ha ido mal como panadera en casa. Para hacer pan casero no hay que dedicar mucho tiempo, eso sí, la masa necesita tiempo para fermentar y una temperatura adecuada. No es difícil, así que os animo a preparar vuestro propio pan.
INGREDIENTES:
- 1/2 kg. de harina de fuerza
- 1 sobre de levadura seca de panadería
- 300 ml. de leche templada
- 125 gr. de mantequilla sin sal y en pomada
- 1 cucharadita de azúcar glas
- 1 cucharadita y un poco más de sal
PREPARACIÓN:
En un bol pequeño ponemos 100 ml. de leche y espolvoreamos sobre ella la levadura. Dejamos durante 5 minutos y removemos para disolverla. Agregamos un poco más de leche.
En un bol grande echamos la harina mezclada con la sal y el azúcar. Hacemos un agujero en el centro y vertemos la leche con la levadura. Empezamos a amasar y agregamos el resto de la leche.
Sacamos la masa, que estará pegajosa, del bol y continuamos amasando sobre una superficie enharinada ligeramente. Amasamos durante 10 minutos y entonces empezamos a ponerle porciones de mantequilla, no añadiremos toda de una vez. Al principio os parecerá que es imposible integrarla, pero sí se integra. Amasamos al menos durante 15 minutos hasta que obtengamos una masa elástica. Formamos una bola, la ponemos en un bol tapado con papel film o un paño y dejamos en un lugar templado hasta que doble su tamaño. Desinflamos la masa con un dedo, amasamos y ponemos en un molde alargado untado con un poquito de mantequilla. Dejamos tapado con papel film o un paño para que leve de nuevo, hasta que sobresalga un poco del molde. Horneamos a 180ºC durante unos 40-45 minutos. Retiramos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Este pan está muy rico con queso y mermelada. A disfrutarlo.
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