La coca es una masa preparada con levadura, por tanto, necesita fermentación. Se usa en recetas saladas y dulces y combina muy bien con ingredientes variados. Podemos tomarlas tanto calientes como frías. Me parecen que son estupendas para tomar en una cena con amigos acompañadas de un buen vino y una animada conversación. ¿Os gusta el plan?
INGREDIENTES:
Para la masa:
- 1/2 sobre de levadura de panadería
- 1/4 kg. de harina de fuerza
- algo más de medio vaso de agua templada
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- 1/2 cucharadita rasa, de sal
Para poner sobre la masa:
- 250 gr. de pechuga de pollo
- 2 cebollas medianas
- 1 pimiento rojo asado
- 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada de azúcar moreno
- pimienta negra molida
- sal
PREPARACIÓN:
Ponemos en un bol la harina mezclada con la levadura y la sal. Agregamos el aceite y vamos añadiendo poco a poco el agua. Amasamos hasta que la masa no se nos pegue a las manos y quede elástica. Dejamos que repose tapada en el bol, al menos 45 min.
Mientras la masa reposa, troceamos el pollo en tiras, salpimentamos ligeramente y ponemos en una sartén con 2 cucharadas de aceite. No lo dejamos muy hecho. Reservamos.
Pelamos las cebollas, cortamos en rodajas finas y echamos en una sartén con 2 cucharadas de aceite y el azúcar. Dejamos caramelizar a fuego no muy alto.
Ya tendremos el pimiento asado; le quitamos la piel y lo cortamos en tiras.
Estiramos la masa fina, le damos forma rectangular y la colocamos en la bandeja del horno untada ligeramente con aceite. Sobre ella colocamos el pimiento que salaremos muy ligeramente, la cebolla y la carne y ponemos un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Introducimos la bandeja en el horno precalentado, a 180º C de 20 a 25 minutos o hasta que veamos que la masa está hecha. Sacamos la bandeja del horno y a disfrutar de esta coca que es ligera y está muy rica.
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