PASTEL DE PATATA Y CALABACÍN

Cuando tenemos prisa, el puré de patata industrial nos saca del apuro y poniéndole nuestro toque personal de alguna hierba o un poco de queso, nos queda bastante resultón y rico, pero preparar el puré casero...¡delicioso nos queda!. Dedicar un ratito más al puré casero que al industrial, nos hará notar realmente la diferencia y tendréis un acompañamiento estupendo para la carne, por ejemplo. 

Este pastel de patata es un rico puré que envuelve que envuelve a un jugoso calabacín con cebolla y jamón de york. Fácil, rápido y muy resultón.

INGREDIENTES (para 4 personas):

- 800 gr. de patatas

- 100 gr. de mantequilla

- 2 calabacines medianos 
- 2 huevos batidos

- 1 cebolla de buen tamaño

- 200 gr. de jamón de york en lonchas

- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

- pimienta negra molida

- queso rallado para gratinar

- 2 cucharadas de pan rallado

- mantequilla para el gratinado

- sal

PREPARACIÓN:

Pelamos las patatas y las cortamos en trozos medianos. Las ponemos en una cacerola y las cubrimos con agua. Echamos sal y dejamos que cuezan hasta que estén tiernas. Escurrimos bien el agua, volvemos a poner las patatas en la cacerola y ponemos a fuego bajo para que se sequen bien. Entonces pasamos las patatas por un pasapurés y ponemos la mantequilla, los huevos y pimienta a gusto. Mezclamos bien para integrar todo y reservamos.

Pelamos la cebolla y cortamos fina. Lavamos muy bien el calabacín y, sin quitar la piel, cortamos en dados. Ponemos la cebolla en una sartén con un pellizco de sal y cuando comience a blanquear agregamos el calabacín. Dejamos que se haga todo junto. Ponemos un poco de pimienta y sal si fuese necesario. 

Untamos el fondo y las paredes de una fuente de horno con mantequilla. Ponemos la mitad del puré, sobre él echamos el calabacín y la cebolla cubierto con las lonchas de jamón de york. Tapamos todo con el resto del puré. Repartimos el pan rallado, unos taquitos de mantequilla y el queso por encima. Introducimos en el horno precalentado, y gratinamos. A mi me gusta que en esta preparación el queso se dore y quede crujientito para hacer un poco de contraste con la suavidad y cremosidad del puré, pero cada persona tiene su gusto.