LECHE FRITA CON CALABAZA Y GALLETA DE CANELA

Sigo con la tradición repostera de Semana Santa. 
Seguro que todos guardamos la receta de la leche frita que hacían nuestras abuelas y que tanto nos gustaba, ese olor a canela y piel de limón o naranja infusionadas con la leche....¡qué buen recuerdo!.
A esta leche le damos un toque diferente, sin dejar de perder los ingredientes de siempre, añadimos calabaza y le damos una vueltecilla al rebozado para freír.
Espero que os atreváis a prepararla. Está deliciosa.


INGREDIENTES:
- 1/2 l. de leche
- la piel de una naranja y de un limón
- 1 palito de canela
- 60 gr. de Maizena
- 100 gr. de azúcar
- 2 yemas de huevo
- 125 gr. de puré de calabaza
- 2 huevos para rebozar
- 150 gr. de galletas de canela ralladas 
- harina
- azúcar 

PREPARACIÓN:
Quitamos la piel a la calabaza, la troceamos no muy grande y la ponemos en la bandeja del horno. Horneamos hasta que esté blandita. Trituramos muy fina y reservamos.
En un cazo ponemos la leche, reservando un poquito, con la piel de naranja y limón, la canela y el azúcar. Dejamos que coja temperatura, pero que no llegue a hervir. Pasados unos minutos, retiramos la canela y las pieles de naranja y limón. 
Batimos las yemas con la Maizena y la leche que habíamos reservado. Añadimos a lo que tenemos en el cazo y dejamos que espese, siempre con el fuego bajo y removiendo constantemente. Cuando comience a espesar, agregamos el puré de calabaza. Dejamos unos minutos y retiramos del fuego. 
Extendemos sobre una fuente, tapamos con papel film y dejamos que se enfríe. Yo lo hago de un día para otro, pero si no podéis esperar tanto, dejad enfriar al menos 4 o 6 horas.
Rallamos finas las galletas. Batimos los huevos. Ponemos un poco de harina en un bol.
Cortamos la leche en cuadrados no demasiado grandes. Pasamos primero por harina, sacudiendo bien para que no tenga demasiada, luego por el huevo y por último por la galleta. Freímos en aceite caliente hasta que se dore y luego, una vez escurrida, rebozamos en azúcar, a la que si queremos, podemos poner un poquito de canela.
¡Buenísima! 

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