PAN CON ESPECIAS

Con la llegada del verano y el calor, la verdad es que no apetece encender el horno en la cocina para preparar algún bizcocho, tarta o asado, pero me encanta hacer pan y no he podido resistirme a hacer este pan con especias, a pesar de los días tan calurosos que tenemos. Aunque durante el horneado toda la cocina se convirtió en un horno-sauna, mereció la pena, el pan está riquísimo. Lo hemos tomado tostado para desayunar con uno de los tarros de mermelada de naranja amarga que ya os mostré.....¡madre mía!, ¡qué delicia!. También está muy rico con mantequilla y mermelada, con aceite está espectacular.
Aquí está el pan.


INGREDIENTES:
- 500 gr. de harina de fuerza
- 25 gr. de levadura fresca o un sobre de levadura seca de panadería
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 2 cucharadas de miel
- ralladura de 1 limón y zumo de medio limón
- 25 ml. de agua de azahar
- 25 ml. de vinagre de vino (no debe tener mucha potencia de sabor)
- 1 huevo
- ajonjolí, hinojo, matalahúga, clavo, canela, azafrán
- 1 cucharadita rasa de sal
- agua

PREPARACIÓN:
Comenzamos triturando las especias hasta convertirlas en polvo. Lo he hecho en un molinillo y he puesto una cucharadita colmada de hinojo, otra de ajonjolí y otra de matalahúga, un palito de canela, 5 clavos y un pellizco de azafrán. Cuando lo he tenido molido, he retirado una cucharada sopera bien llena y el resto lo he guardado en un tarrito de cristal para usarlo en otra ocasión.
Mezclamos la levadura fresca con un poco de harina y agua y dejamos que fermete tapada unos 20 o 25 minutos.
Unimos las especias al resto de la harina y la sal.
En un bol mezclamos el aceite, la miel, vinagre, agua de azahar, zumo de limón y el huevo. Vamos agregando la harina y echamos la levadura que habíamos dejado fermentando. Agregamos el agua que vaya admitiendo hasta obtener una masa flexible que no se pegue a las manos. Dejamos que leve tapada con papel film, en un lugar templado. Cuando haya doblado su tamaño, la sacamos del bol y amasamos un poco. Damos forma al pan y colocamos en la bandeja del horno. Tapamos y volvemos a dejar que aumente de tamaño. 
Introducimos el pan en el horno, previamente precalentado, a 180º C durante unos 25 o 30 minutos, hasta que veamos que se ha formado una corteza dorada y crujiente. Para conseguirlo, podemos introducir un recipiente con agua en el horno para que se forme vapor y facilite el proceso.
Retiramos el pan y dejamos enfriar sobre una rejilla.
El olor en vuestra cocina va a ser delicioso y el pan está riquísimo.




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