Plato tradicional, con ingredientes sencillos y económicos que unidos conforman una rica sopa que nos revitaliza en los días fríos.
Soy muy fan de la cocina de nuestras abuelas. Les tocó vivir una época difícil pero en la cocina conseguían, con pocos ingredientes y mucha imaginación, unos platos llenos de sabor y amor y eso, a falta de otros ingredientes, enriquece cualquier plato.
Quiero compartir la sopa de tomate que hacemos en casa, receta heredada de mi abuela y que seguro se hace en muchos hogares en los que estoy convencida que se disfrutará como en el mío.
¡Viva la cocina de las abuelas!
INGREDIENTES (para 4 personas):
- 4 tomates maduros
- 2 dientes de ajo
- 1 pimiento verde pequeño
- 1/2 pimiento rojo
- 1 cebolleta no muy grande
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen
- pimienta negra molida
- hebras de azafrán
- pan de dos o tres días, el que consideréis necesario, más o menos 100 o 150 gr.
- caldo de verduras o si no se tiene, agua
- hojas de hierbabuena
- uvas y queso
- sal
PREPARACIÓN:
Ponemos una olla con agua en el fuego. Hacemos un corte en forma de cruz en la parte de abajo de los tomates. Cuando el agua esté hirviendo, los introducimos un minuto y los sacamos, escurrimos y quitamos la piel y pepitas. Troceamos en dados pequeños y reservamos.
Ponemos una cacerola al fuego con el aceite. Pelamos los ajos y cortamos menuditos, al igual que la cebolleta. Echamos en la cacerola y sofreímos. Lavamos los pimientos y troceamos también pequeñitos. Agregamos al contenido de la cacerola. Cuando todo esté casi hecho, agregamos los tomates y dejamos a fuego medio hasta que estén tiernos.
Mientras se van haciendo las verduras, cortamos rebanadas finas de pan y las tostamos en el horno.
Añadimos el caldo o agua a las verduras, unos tres o cuatro vasos, dependiendo de si os gusta con más o menos caldo. Ponemos el azafrán, un pellizquito de pimienta y sal y dejamos que cueza unos minutos.
Lavamos bien las uvas y cortamos en dados el queso.
Ponemos algunas hojas de hierbabuena y el pan tostado en la sopa y dejamos hervir un par de minutos. Echamos las uvas y dejamos en el fuego un par de minutos más. Rectificamos el punto de sal. Retiramos del fuego y servimos en los platos poniendo los daditos de queso.
Deliciosa y reconfortante.
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