Estamos en Cuaresma, camino de la Semana Santa. En este tiempo disfrutamos de una variada repostería y los pestiños son estrellas invitadas en ese recetario.
Hay muchas recetas, en cada pueblo se hacen "los mejores".
Sucede casi como con las croquetas, "las de mi madre son las más ricas" o "las de mi abuela son las mejores", seguro que lo hemos dicho, orgullosos, en alguna ocasión.
Pues aquí tenéis una receta de pestiños de un municipio de la comarca de la Subbética, muy ricos de verdad.
INGREDIENTES:
- 1 taza de aceite de oliva virgen extra
- 1 taza y un poco más de vino blanco
- 1 cucharada rasa de ajonjolí o sésamo
- 1 cucharada rasa de matalahúga
- harina que admita
- ralladura de un limón de tamaño mediano
- un pellizquito de bicarbonato
- un pellizquito de canela molida
- media cucharadita de levadura en polvo
- media cucharadita de azúcar
- una pizca de sal
- azúcar y canela molida para rebozar los pestiños
- una piel de limón
PREPARACIÓN:
Poner el aceite en una sartén con la piel de limón; cuando ésta empiece a dorarse, retirar del aceite, apagar el fuego y dejar que se temple.
Calentamos el vino y dejamos templado.
En otra sartén ponemos a tostar el ajonjolí y la matalahúga. Cuando estén listos, trituramos bien hasta que queden reducidos a polvo.
Ponemos harina en un bol, hacemos un hoyo en el centro y echamos las especias tostadas, la sal, levadura, bicarbonato, la pizca de canela, la ralladura de limón y el pellizquito de azúcar. Añadimos el aceite y el vino. Amasamos y agregamos, si fuera necesario, más harina para obtener una masa homogénea, blandita y que no se pegue a las manos. Dejamos que repose unos 20 minutos.
Estiramos la masa con el rodillo y la dejamos finita. Cortamos cuadrados, unimos dos puntas y freímos en abundante aceite caliente. Cuando estén dorados, sacamos de la sartén, escurrimos bien y rebozamos con azúcar y canela a gusto.
¡Ricos y hojaldraditos!
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