La ciruela es jugosa, dulce y ácida al mismo tiempo y una de las frutas veraniegas deliciosas. Quizás sea muy conocida por sus efectos laxantes, pero además tiene otras muchas propiedades para nuestra salud y es una fuente de vitaminas importante.
Ideal para preparar recetas dulces y también para comerla al natural.
Tengo la suerte de contar con ciruelas ecológicas para esta receta, gracias al primo Carlos que cuenta con varios ciruelos en su huerto y a mi padre que ha sido partícipe de la recogida de ciruelas.
No son muy grandes, pero están deliciosas y para esta tarta han sido la mejor aportación.
INGREDIENTES:
Para la base de la tarta:
- 200 gr. de harina
- 100 gr. de mantequilla en pomada
- ralladura de 1 limón
- 1 huevo
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 pizca de sal
Para el relleno:
- 3 cucharadas colmadas de almendra molida
- 1/2 kg. de ciruelas sin hueso
- 75 gr. de harina
- 70 gr. de azúcar más un sobre de azúcar vainillado
- 75 gr. de mantequilla en pomada
- 1 cucharadita pequeña de canela
PREPARACIÓN:
Preparamos la masa para la base. En un bol ponemos la harina, ralladura de limón, sal y azúcar, damos unas vueltas y añadimos la mantequilla y el huevo. Amasamos para integrar todos los ingredientes y envolvemos en papel film para dejar en el frigorífico al menos 45 minutos.
Mientras, lavamos muy bien las ciruelas, cortamos a la mitad y quitamos el hueso. Si las ciruelas fueran grandes, cortamos en cuartos. Reservamos.
Engrasamos un molde para tartas untándolo con un poquito de mantequilla. También podemos utilizar moldes de tartaletas, en este caso, engrasamos tantos moldes como necesitemos.
En otro bol ponemos la harina con el azúcar, el azúcar vainillado y la mantequilla y amasamos ligeramente hasta que obtengamos una masa arenosa, no queremos que quede homogénea y reservamos en el frigorífico.
Sacamos la masa para la base del frigorífico. Estiramos con el rodillo hasta que quede fina. Colocamos en el molde y recortamos los bordes. Pinchamos un poco la base con un tenedor. Ahora hay que hornearla unos 15 minutos en blanco. Para ello, colocamos sobre la masa papel vegetal o de aluminio y encima ponemos algunas legumbres secas. Introducimos en el horno. Pasados los 15 minutos sacamos la base, retiramos las legumbres y ponemos 2 cucharadas colmadas de almendra molida, sobre ella repartimos las ciruelas con la piel hacia arriba, ponemos la tercera cucharada de almendra sobre ellas y por últimos repartimos la masa arenosa que habíamos preparado.
Volvemos a llevar al horno, a 180º C y dejamos unos 25 minutos, hasta que la superficie quede dorada y crujientita, o hasta que veáis que la tarta está lista, cada horno es diferente.
Esta tarta se puede comer templada o fría, acompañada de helado de vainilla está deliciosa.
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