TARTA RED VELVET CON REMOLACHA

El martes pasado, mi amigo Miranda me comentó que había tomado de postre tarta red velvet. Nada más decírmlo, me entraron unas ganas tremendas de prepararla en casa, pero no disponía del colorante rojo que le da nombre. 
Disponía de la receta, los ingredientes estaban en el frigorífico y la despensa, pero me faltaba el colorante.....busqué recetas de la tarta sin colorante y encontré todo un mundo "red  velvet", es increíble la cantidad de versiones de la tarta que hay con colorante natural (remolacha) y artificial. 
En casa solemos tomar remolacha, así que opté por preparar la tarta con este ingrediente que además funciona como colorante natural, aunque no puedo decir que dé un intenso color rojo. Lo que sí que puedo afirmar es que da una textura y sabor increíble, está deliciosa.
Agradezco a Miranda que me dijera que tomó de postre esta tarta, nunca la había hecho, aunque sí la había tomado en una encantadora cafetería de Sevilla donde elaboran tartas caseras. Ha sido todo un acierto prepararla en casa.


INGREDIENTES:
- 1 cucharada de cacao en polvo sin azúcar
- 2 huevos grandes
- 180 gr. de remolacha (la he usado cocida al natural y envasada al vacío)
- zumo de 1 limón de tamaño mediano
- 1 sobre de azúcar vainillado
- 180 gr. de azúcar
- 2 cucharadas de vinagre de manzana (me resulta más suave que el de vino)
- 120 ml. de nata
- 1/4 kg. de harina
- 125 gr. de mantequilla sin sal
- 1 sobre de levadura
         Para la crema:
- 125 gr. de mantequilla sin sal
- 200 gr. de queso crema natural
- 200 gr. de azúcar glas

PREPARACIÓN:
Tamizamos la harina con el cacao y la levadura y reservamos.
Trituramos la remolacha y la dejamos fina. Mezclamos con el zumo de limón y el vinagre y unimos a la nata. Reservamos.
En un bol mezclamos el azúcar vainillado y el azúcar  con la mantequilla. Cuando se hayan integrado bien, añadimos de uno en uno los huevos sin dejar de batir. Entonces ponemos la remolacha, damos unas vueltas para que queden los ingredientes bien unidos. Es el momento de poner la harina con el cacao y la levadura. Mezclamos todo con movimientos envolventes y vertemos la masa en un molde desmontable. He utilizado un molde de 20 cm. de diámetro (también podéis utilizar 2 o 3 moldes del mismo tamaño repartiendo la masa por igual entre ellos).
Introducimos el molde en el horno, precalentado previamente, a 180º C durante 40-45 minutos, dependiendo del horno. Siempre es mejor comprobar que está hecho pinchando con una brocheta o la punta del cuchillo que debe salir limpia. Retiramos el bizcocho del horno y dejamos enfriar al menos 15-20 minutos antes de desmoldarlo y cuando lo hagamos, dejamos que se enfríe del todo sobre una rejilla.
Mientras preparamos la crema mezclando el azúcar con la mantequilla y el queso. Batimos muy bien hasta que quede una crema densa y homogénea. Dejamos en el frigorífico al menos una hora antes de aplicarla en el bizcocho.
Cuando el bizcocho esté frío, lo cortamos por la mitad o hacemos varios discos, dependiendo de las capas que queramos hacer. Ponemos la crema entre las capas de bizcocho y cubrimos con el resto de la crema.
¡Deliciosa esta red velvet!

Comentarios