La semana pasada en casa tuvimos antojos dulces, hubo propuesta de las clásicas natillas con galletas maría, el bizcocho de mi abuela o roscos fritos. No hubo consenso, así que las propuestas quedaron en agua de borrajas.
El runrun de algo dulce flotaba en el ambiente y, el lunes se me encendió una luz cuando iba de camino al supermercado, "¿por qué no probar a hacer unos roscos fritos rellenos con una natilla espesa?". Con esa idea, terminé la compra y al llegar a casa me puse manos a la obra.
Partiendo de una masa de roscos que todos podemos tener en nuestro recetario, le di una vueltecilla y aquí tenéis el resultado. Están riquísimos.
INGREDIENTES:
- 2 huevos
- 9 cucharadas de leche
- 9 cucharadas de aceite de oliva suave
- 9 cucharadas de azúcar
- 1 sobre de levadura
- ralladura de un limón
- harina que admita
- un poco de azúcar y canela para rebozar los roscos
Para el relleno:
- 1/2 litro de leche entera
- 3 yemas de huevo
- 2 cucharadas rasas de Maizena
- 5 cucharadas de azúcar
- 50 gr. de nueces
- 1 puñado de arándanos
PREPARACIÓN:
Comenzamos haciendo la crema del relleno. Para ello ponemos a calentar la leche con el azúcar en un cazo. Batimos las yemas con la harina fina de maíz. Cuando la leche esté caliente, la retiramos del fuego y vertemos un poco sobre las yemas, removemos rápidamente, añadimos poco a poco el resto de la leche. Cuando esté bien integrado todo, volvemos a poner la leche con las yemas en el cazo al fuego y dejamos que espese, removiendo constantemente para evitar que se pegue. La crema debe quedar espesita. Una vez lista, la retiramos del fuego y dejamos enfriar tapándola con un papel film sobre ella para evitar que se seque.
Trituramos las nueces y troceamos los arándanos.
Mientras la crema se enfría, preparamos la masa de los roscos.
Ponemos en un bol los huevos y batimos con el aceite formando casi una mayonesa. Añadimos la leche y el azúcar. Ponemos la ralladura de limón y la levadura y empezamos a agregar harina, poco a poco, hasta que obtengamos una masa homogénea, blanda y que no se pegue a las manos. Dejamos que repose unos 15 minutos.
Ya estará la crema fría y es el momento de unirla con las nueces y los arándanos.
Estiramos la masa con un rodillo no dejándola muy fina, ponemos un poco de crema, doblamos la masa sobre ella, presionando bien para que quede unida, cortamos como si fuera una empanadilla, unimos los extremos y doblamos un poco el borde.
Cuando tengamos todos los roscos hechos, freímos en aceite caliente. No es conveniente poner muchos a la vez en la sartén porque aumentan de tamaño. Una vez fritos, pasamos por un poco de azúcar y canela, dejamos enfriar y listos para disfrutar con un buen café o un té.
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