GALLETAS DE COCO TOSTADO

El coco es una fruta tropical, aunque de niños nos sonara a un monstruo malvado que nos comería si no nos portábamos bien......"si no te portas bien, va a venir el coco y te va a comer". Por suerte, esa imagen monstruosa desapareció de nuestras mentes infantiles gracias a Barrio Sésamo.

Uno de mis personajes preferidos de Barrio Sésamo era Coco y otro era Triki, el monstruo de las galletas. Muchos aprendimos qué era lejos y qué era cerca con Coco mientras merendábamos galletas a la par que Triki se las zampaba. 

Me he desviado del coco frutal y vuelvo a él. Podemos beber agua de coco, comer la pulpa fresca o seca, se obtiene aceite de él y, aunque es un pelín calórico, tiene muchas propiedades nutricionales, es antioxidante y tiene vitaminas como la E, C y B, además de minerales como el hierro, potasio, fósforo o magnesio. Que sus calorías no sean una barrera para no comerlo, que con moderación, nos aporta beneficios.

Estas galletas, por contra a lo que pueda parecer, resultan ligeras y crujientes, muy apetecibles y con un rico olor. ¡A merendar!

INGREDIENTES:

- 140 gr. de coco rallado

- 120 gr. de harina de trigo

- 120 gr. de harina de maíz (Maizena)

- 125 gr. de margarina sin sal

- 90 gr. de azúcar glas

- 1 sobre de levadura

- 1 huevo tamaño L

PREPARACIÓN:

Comenzamos echando el coco en una sartén de fondo grueso. La ponemos a fuego medio-bajo y dejamos que el coco vaya tostándose. Cuando tenga un color dorado y quede suelto, retiramos la sartén del fuego y dejamos que el coco se enfríe.

Tamizamos las harinas con la levadura y ponemos en un bol junto con el azúcar, la margarina y la yema de huevo. Mezclamos bien hasta que se forme una masa compacta. Montamos la clara a punto de nieve y la añadimos a la masa. Cuando todo esté bien unido, agregamos el coco y amasamos hasta que quede totalmente integrado. Dejamos reposar unos 10 minutos. La masa queda blandita y quizás tengáis que ayudaros de una cuchara para formar las galletas.

Damos forma a las galletas, no dejándolas muy finas y las colocamos en la bandeja de horno que previamente habremos forrado con papel de hornear y engrasado ligeramente. Introducimos en el horno precalentado, a 180º C y dejamos que se cuezan por espacio de 12 minutos. Sacamos del horno y las colocamos sobre una rejilla para que se enfríen.

¡Feliz merienda!