He estado alejada de la cocina varios meses, pero he vuelto a retomar el sano ejercicio de cocinar, me resulta gratificante estar entre ollas, cacerolas y sartenes.....lo echaba de menos.
En este mes, andamos todos un poco locos con la preparación de los menús para la fiesta de Nochebuena, el día de Navidad, luego pensar qué se guisa para Nochevieja y el día de Año Nuevo....puede resultar estresante para algunos y encantador y familiar para otros. Son geniales las reuniones en la cocina, mientras se prepara cada plato, el jolgorio de la conversación da "sabor rico" a cada guiso.
Recetas para estas fiestas hay muchas, a cuál más espectacular y deliciosa, pero, de momento, voy a proponeros este plato sencillo y riquísimo, que preparado con la familia alrededor de los fogones puede convertirse en un espectacular y delicioso plato lleno de sabor a hogar.
INGREDIENTES (para 4 personas):
- 2 berenjenas de tamaño medio
- 3/4 kg. de pechuga de pollo
- 1 puñado de almendras ligeramente tostadas
- 3 dientes de ajo
- 1 tomate de buen tamaño
- 1 rebanada de pan del día anterior
- agua
- perejil
- aceite de oliva virgen extra
- pimienta negra molida
- sal
PREPARACIÓN:
Lavamos bien las berenjenas y, sin quitarles la piel, las cortamos en rodajas finas y las ponemos en un bol con un poco de leche una media hora, para que pierdan el amargor. Escurrimos bien y colocamos las rodajas sobre un paño de cocina para que queden bien secas. Salamos ligeramente. Ponemos una sartén al fuego con un poco de aceite y las freímos. Reservamos.
Lavamos bien el tomate y lo ponemos en la bandeja del horno con un chorrito de aceite de oliva. Horneamos hasta que esté asado. Freímos la rebanada de pan y reservamos ambas cosas.
Limpiamos bien la pechuga, la troceamos y salpimentamos a gusto. Ponemos en una cacerola con un poquito de aceite y la cocinamos unos minutos a fuego alto y después dejamos a fuego medio bajo. Mientras termina de hacerse, ponemos en el vaso de la batidora el tomate sin piel, la rebanada de pan, las almendras, los dientes de ajo, perejil a gusto y algo menos de un vaso de agua. Una vez bien triturado, lo vertemos en la cacerola donde tenemos la pechuga, subimos el fuego y dejamos unos minutos. Probamos el punto de sal por si hubiera que poner un poco más. Cuando empiece a hervir, incorporamos la berenjena colocándola sobre la pechuga. Dejamos de 3 a 5 minutos en el fuego y ya estará listo el plato para disfrutar en la mesa.
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