TARTA DE FRESAS CON NATA

Hoy celebramos el día de la madre, por eso he preparado esta tartita que me parece ligera, deliciosa y muy resultona. 

El bizcocho que he preparado es el que hacía mi abuela para nuestras tartas de cumpleaños y me parece muy apropiado para calarlo con un almíbar ligero y ponerle cualquier relleno. 

Aquí tenéis la receta, es súper fácil y si tenéis los ingredientes en casa, aún estáis a tiempo de sorprender a mamá. Podéis cambiar las fresas por otra fruta y si no tenéis nata, preparad un merengue, también queda una tarta deliciosa.

Felicidades a todas las mamás.

INGREDIENTES:

         Para el bizcocho:

- 4 huevos

- 4 cucharadas de azúcar

- 4 cucharadas rasas de harina

- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra

- almíbar ligero para calar el bizcocho una vez hecho y frío

         Para el relleno:

- 200 gr. de fresas

- 2 cucharadas de azúcar

- 1 cucharada de agua

- 1 cucharadita de vinagre de manzana

         Para la cobertura:

- 200 ml. de nata para montar

- 2 cucharadas de azúcar (aunque yo no le he puesto porque me gusta tal cual)

- fresas para decorar

PREPARACIÓN:

Separamos las claras de las yemas. En un bol mezclamos las yemas con el azúcar y cuando blanqueen, añadimos el aceite sin dejar de batir y a continuación ponemos la harina, mezclamos bien y reservamos. Montamos las claras a punto de nieve fuerte e integramos, con movimientos envolventes, a las yemas. Vertemos la mezcla en un molde desmontable que habremos preparado untado con un poquito de aceite y espolvoreado de harina. Introducimos en el horno, previamente precalentado, a 180º C durante unos 25-30 minutos o hasta que comprobéis que está hecho, pinchándolo con una brocheta que debe salir limpia. Lo retiramos del horno y dejamos enfriar 10 minutos en el molde. Desmoldamos y enfriamos del todo sobre una rejilla.

Mientras el bizcocho se enfría, preparamos la compota de fresas.

Limpiamos las fresas, las troceamos y ponemos en un cazo con el azúcar, el agua y el vinagre. Dejamos que se haga a fuego bajo. Cuando las fresas estén casi deshechas, retiramos del fuego y enfriamos.

Preparamos un almíbar ligero con agua y azúcar y dejamos enfriar.

Montamos la nata, teniendo cuidado de no pasarnos con el batido para evitar que llegue a convertirse en mantequilla.

Para montar la tarta abrimos el bizcocho por la mitad, calamos ambas partes con el almíbar. En la base ponemos la compota de fresas, tapamos con la mitad superior.

Cubrimos el bizcocho con la nata y decoramos con fresas.

Ya tenemos la tarta preparada.

Deliciosa y hecha en casa.